
Ningún evento concreto determina el fin de la antigüedad y el inicio de la edad media. La culminación a finales del siglo V de una serie de procesos de larga duración, entre ellos la grave dislocación económica y las invasiones y asentamiento de los pueblos germanos en el Imperio romano hizo cambiar la faz de Europa. Durante los siguientes 300 años Europa occidental mantuvo una cultura primitiva aunque instalada sobre la compleja y elaborada cultura del Imperio romano, que nunca llegó a olvidarse por completo.
Durante todo este tiempo no existió una forma de gobierno unitaria en las distintas entidades políticas aunque sí exsitieron y se lograron formar reinos. El desarrollo político y económico era local y el comercio desapareció casi por completo aunque la economía monetaria nunca dejó de existir. Los campesinos comezaron a ligarse a la tierra y a depender de los grandes propietarios para obtener su protección y una
rudimentaria administración de justicia.
Hubieron vínculos entre la aristocracia guerrera que fueron los lazos de parentesco aunque también empezaron a surgir las relaciones feudales.

El seno de la iglesia tuvo tendencias que aspiraron a unificar los rituales, el calendario y reglas monásticas, opuestas al desarrollo local.

A partir de esta etapa llega lo que fue la alta edad media y donde la Iglesia católica fue organizada en torno a una estructura jerarquica con el papa como indiscutida cúspide, constituyó la más sofisticada institución de gobierno en Europa occidental. El Papado no sólo ejecutó un control sobre el dominio de las tierras del centro y norte de Italia sino además lo tuvo sobre toda Europa gracias a la diplomacia y la administración de justicia.
Otros cambios por mencionar dentro de la edad media es que surgieron renovaciones artísticas (escritura, pintura, arquitectura, emociones extremas, etcétera). Hubo una nueva unidad europea.
En la baja edadmedia se forjaron los inicios de la ciencia política, una nueva espiritualidad.
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